AMPLIACIÓN DE LOS JUZGADOS DE ZARAGOZA

ALEJANDRO DE LA SOTA (1986-1994)

De la Sota renuncia a tener una fachada representativa, pudiendo haber tomado gran protagonismo en la plaza del Pilar. Todas las fachadas vuelcan al vestíbulo central y la fachada del antiguo juzgado se mantiene como también lo hace la entrada por el mismo edificio. La distribución funcional del programa es lo que cobra realmente importancia en este proyecto ya que se decide disponer los espacios en tres torres comunicándolos verticalmente.

La ampliación de los juzgados de Zaragoza se lleva a cabo por el arquitecto Alejandro de la Sota durante los años 1986-1994. El edificio se inserta en la trama urbana del centro de la ciudad. En palabras del arquitecto, este proyecto de basaba en la buena organización de recorridos internos: ‘¿Es posible que en la mayoría de los casos se mezclen público, juzgadores y juzgados en una mixtura extraña? Es distinto el ánimo de quien juzga y de quien va a ser juzgado al del declarante, al del último espectador del acto […].La labor del arquitecto no es otra que ordenar un ambiente donde quien lo usa se encuentre a gusto en él, que el funcionalismo, en el más amplio sentido del término, sea el correcto’. El interior del edificio responde a las funciones que va a desempeñar el edificio, estructurándose en tres volúmenes conectados con la pieza existente y entre ellos mediante un gran vestíbulo central.

La imagen que muestra el edificio con el entorno no intenta adecuarse al entorno, ni se retranquea, ni se adapta, simplemente trata de adecuarse a la atmosfera, al ambiente que se respira en el interior de las calles del centro de Zaragoza. El patio del interior más que un patio es un vacío resultante de la colocación de los edificios en la periferia de la manzana. Al igual que en Convento de la Tourette, el patio es el espacio resultante.

Tras la construcción del edificio de Correos y Telecomunicaciones de León, De la Sota asume ciertos progresos que logra en él. Para la construcción de la fachada utiliza, en Zaragoza, paneles ligeros de chapa de acero lacada. Los huecos quedan enrasados con la fachada, pero para él lo importante es la imagen que estos dan, los brillos del metal, la textura…el edificio se implanta en sintonía con el entorno, más que intentado mimetizarse con él. El edificio se encuentra con el suelo con un zócalo de adoquín que no deja ver el interior del patio ajardinado.

Como conclusión me gustaría destacar como De la Sota interviene en pleno centro histórico de Zaragoza sin hacer ningún alarde, resuelve un programa lleno de dificultades y de diferentes circulaciones. Utiliza el vacío interior para darle riqueza a su proyecto y para unir el edificio preexistente y el actual. Aunque utiliza un sistema novedoso y avanzado tecnologicamente intenta respetar la atmósfera de la ciudad cuidando los volúmenes y las alineaciones de las calles.